Tails Doll es uno de los seis personajes
secretos que se pueden desbloquear en el videojuego de carrerasSonic R, creado en 1997
para la consola Sega Saturn y relanzado en 1998 para PC. La leyenda dice que,
aquel que logre desbloquearlo tras jugar en la pista Radikal City obteniendo
los 5 tokens y llegando entre los tres primeros, correrá el riesgo de ser
visitado por el siniestro Tails Doll.
Sin embargo se cree que desbloquearlo no es
suficiente para invocar su maligna presencia. Así, son dos las formas para
abrir las puertas al demonio Tails Doll. La primera y más conocida es jugar con
Tails Doll. No se sabe exactamente cuánto, pero en general se cree que es
bastante y hay quienes dicen que hasta debes ganarle (usando a Tails Doll) a
los personajes más veloces en el modo Tag Race. La segunda forma de atraer la
presencia de Tails Doll es indudablemente escalofriante: debes escuchar
—algunos dicen que poniéndola en el modo de reproducir al revés— el tema Can
you feel the sunshine? o Livin´
in the city en una
habitación oscura. Nuevamente no se sabe por cuánto tiempo, pero lo cierto es
que debes concentrarte en sentir la espeluznante presencia y, además, lo más probable
es que la canción Can you feel the sunshine?lo
atraiga más que Livin´ in the city, ya que
es éste el tema que siempre suena cuando juegas con Tails Doll. Entonces, si
tienes la desgracia de llamar su atención, esa macabra versión en trapo de
Tails (el zorro naranja de dos colas que es compañero de Sonic) aparecerá ante
ti: flotando en el aire, desplazándose lentamente con esas costuras que se le
ven y con ese alambre que brota de su cabeza y termina en una extraña bola,
roja como la sangre y, según lo retratan algunos, resplandeciente como sus
inexpresivos ojos de peluche en medio de la oscuridad.
Ciertas versiones cuentan que Tails Doll
les arranca los ojos a sus víctimas y luego se lleva sus almas, otras más
creíbles dicen que simplemente se apodera de tu mente y te incita a jugar con
él en el Sonic R, una y otra vez
hasta que te conviertes en un enajenado, en alguien sin cordura en cuyos sueños
se repite el “Can you feel the sunshine?”; y claro, seguramente llegará el día
en que de tanto jugar mueras de un ataque epiléptico y entonces, en la negrura
de la muerte, no podrás sentir el resplandor del sol. En el mejor de los casos,
lo que podría ocurrirte si Tails Doll te visita es que te vuelvas loco y,
aunque no vuelvas a encender el maldito Sonic R, el temor se
apodere de tu vida y veas cada día al siniestro Tails Doll en una esquina de tu
habitación o de cualquier otro lugar en donde él se te aparezca a ti y solo a
ti, pues nadie más lo podrá ver…
.
El origen de la leyenda:
El origen de la leyenda:
Todo surgió en Los Ángeles, California.
Allí, cierta noche la madre de un niño subió a buscar a su hijo para la cena.
Como de costumbre el niño estaba jugando con la Sega Saturn en su habitación.
La puerta estaba cerrada y el niño no contestaba, por lo que la madre abrió y
entonces… ahí, tirado en el suelo y con espuma saliendo de sus labios azulados,
su querido hijo yacía con las pupilas dilatadas y la mirada puesta en ningún
lugar. El niño estaba muerto y el tema de Can you feel the sunshine? se repetía una y otra vez como música
de fondo irónicamente alegre para aquella trágica escena.
Cuando la Policía vino la madre firmó una
declaración donde, entre otras cosas, aseguraba que su hijo pasaba demasiado
tiempo jugando con el Sega Saturn. Además, mencionó que su hijo se había obsesionado
con la idea de desbloquear un personaje secreto.
Tras realizarle una autopsia se descubrió
que el niño había muerto asfixiado durante un ataque epiléptico, cosa que hasta
cierto punto llamaba la atención pues no habían antecedentes genéticos de epilepsia
en la familia.
Durante el funeral, la madre del fallecido
siguió la costumbre estadounidense de regalar las pertenencias del difunto a
los asistentes, dando el Sega Saturn a un chico que había sido el mejor amigo
de su hijo.
Ya en su casa, el mejor amigo del difunto
encendió el Sega Saturn y vio que éste tenía metido el juego deSonic R. El juego le
agradaba, así que no lo quitó y, apenas empezó, pudo ver que lo último que su
amigo había hecho antes de morir era desbloquear a Tails Doll.
Lo anterior (lo de que lo último que el
niño muerto hizo fue desbloquear a Tails Doll) se conoció gracias al usuario IRon7HuMB,
quien en un foro de internet publicó la susodicha historia asegurando que él
era el mejor amigo del chico muerto. La gente le creyó y entonces la noticia
comenzó a regarse de manera asombrosa, suscitando a su alrededor el montón de
historias (muchas supuestamente reales) que hicieron nacer la leyenda de Tails
Doll. Pero, entre éste montón de historias, hay una que ha trascendido por
encima de las demás y que se ha viralizado, siendo copiada literalmente en
muchísimas páginas. Aquella historia pretende explicar el origen del espectral
Tails Doll y es supuestamente verdadera aunque en general la gente piensa que
es un fake. Dice así en la difundidísima versión basada en el relato escrito
por el usuario nursekiller:
‹‹En Estados Unidos durante la década de
los ochenta tuvieron lugar una serie de asesinatos que la Policía nunca logró
explicar. La matanza más brutal de todas sucedió en una casa donde murieron
cinco personas de una forma inhumana y otras dos resultaron gravemente heridas.
En la pared se podían leer dos letras escritas con sangre: “TD”.
La Policía interrogó a los supervivientes
para intentar averiguar qué había sucedido. Uno de los heridos antes de morir
aseguró que había sido atacado por un oso con ojos de fuego que estaba cubierto
de sangre y que no paraba de saltar. El único superviviente sufrió
alucinaciones y pesadillas durante el resto de su vida.
Los medios de comunicación dedicaron un
amplio espacio dentro de sus telediarios a este asesino sanguinario, el cuál
incrementaba su popularidad matando y firmando las paredes con las letras “TD”,
escritas con la sangre de sus víctimas.
La gente de la ciudad dormía todas las
noches atemorizada. Los asesinatos se sucedían y nadie lograba atrapar al autor
de las matanzas.
Una noche más, una pareja de oficiales
lograron divisar una figura extraña en las sombras escribiendo las letras “TD”
en la pared de un oscuro callejón durante un turno rutinario. No dudaron en
abalanzarse sobre el sospechoso, pero éste se dio cuenta y escapó corriendo.
Los policías pidieron refuerzos y lograron seguirle hasta un cementerio cercano
gracias a la estela de sangre que el asesino dejaba a su paso.
Al entrar en el cementerio, los policías no
tomaron las debidas precauciones. Les dominaba el ansia de atrapar cuanto antes
al criminal, que tantos conocidos se había llevado por delante, y ese fue su
error. De repente, uno de ellos cayó al suelo sangrando a borbotones por la
garganta y su compañero tuvo que auxiliarlo, pero logró sacar una foto con una
cámara que portaba en el bolsillo a la zona oscura del camposanto donde se
debía encontrar el criminal. Cuando reveló el carrete la sorpresa fue enorme:
al lado de una de las tumbas se podía apreciar la silueta de un oso de peluche
con una luz roja en la cabeza portando un hacha en su mano izquierda.
La foto se hizo pública y los rumores se
extendieron. Muchos de los habitantes de la ciudad llegaron a creer que se
trataba de un demonio, y tanto es así que la Iglesia decidió tomar parte en el
asunto y propuso una serie de ritos y oraciones para intentar combatir con la
fe al causante de las desgracias.
Se llevaron a cabo múltiples misas, rezos y
procesiones sin que el asesino cesase, hasta que un día, TD apareció de la nada
y se situó delante de la atemorizada multitud. Lloraba sangre e increpaba a
gritos a todos los que oraban. El sacerdote se acercó sin titubear al muñeco de
trapo y lo roció con agua bendita, y en ese instante, TD comenzó a expulsar
sangre por todas sus extremidades hasta que se arrodilló y explotó delante de
la gente.
El demonio fue vencido y la gente pudo
volver a dormir tranquila para siempre, o al menos eso creían hasta que en 1998
ocurrió un asesinato similar a los anteriores, en el que aparecía escrito en el
propio cadáver:“Muchas
gracias por vuestro miedo; y a SEGA por resucitarme. A partir de ahora no
tendré cuerpo ya que soy el Tails Doll”.››
Sobre la historia anterior muchos
investigaron y no encontraron nada, tal y como sucedió con quien escribió
cierta entrada en clubpenguin568.obolog.com y dijo que habló con mucha gente y
nadie recordaba a ningún asesino “TD” en los años 80. Así mismo, afirmó que él
y unos colegas suyos habían buscado archivos sobre “TD” en hemerotecas en
inglés, no encontrando absolutamente nada…
Junto a la historia anterior hay otros
rumores muy difundidos como el de que Miyamotó creó un sello para evitar la
maldición de Tails Doll, sello éste que tiene el punto débil de poder romperse
si se desbloquea al personaje Super Sonic jugando con Tails Doll en el modo
“Tag 4 characters”. O también, aquel otro rumor de que SEGA no volvió a poner a
Tails Doll en otros títulos, cosa que es falsa ya que se puede ver a Tails Doll
como objetivo a destruir dentro de un minijuego de Sonic
Adventure (1999),
además de en Sonic Rivals, donde se lo
menciona en una carta que aparece en el juego.
Con todo, queda al lector el beneficio de
la duda y la posibilidad de descargar el Sonic R para PC a ver qué mismo pasa con el
temido Tails Doll.
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